Cuentos de guerra es una forma rápida de conocer pasajes bélicos desde los tiempos homéricos hasta nuestros días. La sangre y el hierro forman parte de nuestras vidas, no hay paz sin guerra...

Cuentos de guerra es un recuerdo para todas esas personas, celebres o anónimas, que se dejaron su sueños en los campos de batalla...

Todos los nombres que aparecen en estos relatos son reales. Tanto de personas, ciudades o la orografía de la naturaleza (ríos, montañas, estepas...).

Todos los textos que aparecen en este blog son originales del autor, firmados bajo el seudónimo de Urban

viernes, 19 de julio de 2013

Un día más vivo - CUENTOS DE GUERRA - Batalla Krasny Bor


La artillería pesada comienza a darnos los buenos días. Anoche; pensábamos que sería la última de nuestra existencia. Diríase que la guerra da muchas vueltas, y el Frente del Este más todavía.
Hiela, más que otros tristes amaneceres. Estoy de con guardia junto otro compañero de la División y sondeo el horizonte. Sinceramente, me siento un poco decaído. Poco más o menos como después de ver cerca la muerte...Son reflexiones que me asaltan e invaden mi alma.
Vuelan por encima de nuestras cabezas los Katiusha, luminosos y feroces, pero para nuestra fortuna son muy poco precisos. Es un amanecer duro. Estamos escondidos mi camarada y yo, a pie de orilla del río Ishora, en un espeso bosque que ahora casi tenemos controlado los españoles. No hay nadie a la vista...

Amarro mi fusil y lo inspecciono. El caño está rociado; paso por encima la mano, lo aprieto y restregó la humedad  con mis dedos. Como un susurro entran en mis odios las canciones de los soldados soviéticos, son unas alusiones a la mujer y a la patria. Marchan en fila, acariciados por un ligero viento y las oscuras sombras del bosque. El miedo planea en mis ojos. Se me hielan las manos, y todo el cuerpo; es el maldito frío de estas tierras. Pasan de largo y mi piel parece disimular el terror de mi sangre. Solo quiero salir corriendo, unido a mi compañero, de este maldito lugar y regresar junto mi División.

Los días pasan. Ya solo hacemos alguna salida, escaramuzas de poco voltaje. Los rojos ya van a tumban abierta con su Operación Estrella Polar. Nuestros cadáveres van hacinándose detrás de las trincheras...

Todo lo pasado fue como un cuento infantil. El amanecer del 10 de febrero vinieron con todo. El fuego enemigo recupero todo su energía. Toda nuestra posición es un infierno, sufrimos demasiadas bajas. Cuando cesan de hablar sus cañones de artillería, después de dos eternas horas, pasan por encima nuestra sus aviones. Nuestras caras no pueden estar más pálidas.

Miro al frente y se me hace un nudo en la garganta cuando veo llagar por millares a su infantería. Quisiera coger una ametralladora y aniquilaros a todos...Llevan sus uniformes impolutos, me atrevería a decir que para muchos éste es su bautizo de fuego. Su bautizo y su funeral. Por cada uno de nosotros caen decenas de ellos. Malditos generales que no respetan tan siquiera la vida de sus muchachos...
En un lugar de la trinchera me tropiezo con mi antiguo camarada de patrulla. Ambos nos acurrucamos en nuestro pequeño refugio, conteniendo nuestra respiración, y esperamos las ordenes precisas del alto mando. 
Tengo los ojos encendidos, las manos despedazadas, los codos reventados, las rodillas me flaquean; pero esto es la guerra, ver ocultarse la vida entre trincheras, tragar comida bazofia, lanzar granadas, disparar y matar...

1 comentario:

  1. Tan real como la vida misma y un recuerdo a tantos que dieron sus vidas. Sigue así URBAN, haciendo algo,con lo que tanto disfrutas y regalandonos estas historias que poder leer. Un saludo. INMA

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